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El 28 de julio de 2023 se llevó a cabo la I Jornada de Producción Sustentable en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción, Filial Boquerón. Para el evento fueron invitados el Lic. Randy Ross Wiebe y el Ing. Emilio Rodríguez.

El Sr. Randy Ross Wiebe es Licenciado en Ciencias Administrativas con mención de honor recibido en la UNA, Máster en Dirección de Empresas. Diplomado en alta dirección por la Universidad Austral de Pilar, Buenos Aires. En el año 2000 se integró al plantel del sector cárnico de la Cooperativa Chortitzer Ltda., donde a partir del 2010 ejerció como Gerente del Frigorífico FrigoChorti, cargo que actualmente ocupa en la cooperativa, luego de haber ejercido la Gerencia General durante 5 años. Actualmente es presidente del Directorio de la Cámara Paraguaya de Carnes y miembro titular de la Aseguradora Tajy; además fue vicepresidente del Directorio de la Cámara de Comercio, Producción y Cultura Paraguaya Rusa y miembro del Consejo de Administración de la Central de Cooperativas de Producción (CENCOPROD).

En su charla sobre la cadena de valor en el sector cárnico detalló las funciones y mejoramientos que se lograron con nuevas tecnologías e infraestructura en la planta faenadora de animales. Los productos de dicha industria están enfocados para el Paraguay y el mundo, con los principales mercados en Chile, Uruguay y Taiwán.

El frigorífico tiene un impacto positivo en el chaco, tanto para los socios de la Cooperativa Chortitzer como para la sociedad en general, ya que es una importante fuente de trabajo para los ciudadanos locales y de otros departamentos, fomentando el crecimiento económico de todo el Paraguay. El disertante puntualizó que la asociación es un ejemplo que seguir para lograr la sustentabilidad social, económica y colectiva. Enfatizó que la sustentabilidad debe abarcar estos tres factores para ser válida. El Lic. Wiebe habló de la historia del crecimiento de la ganadería en la región. Desde que llegaron los colonos menonitas al Chaco, hacia finales de los años 1920, comenzaron a explotar la ganadería, intensificando la misma en los años 40. Hasta el año 2000, la única forma de vender el ganado era en las ferias de remate en Asunción. Esto afectaba mucho a los productores en el precio, ya que no se llevaba los animales de muchos productores en un lote y algunos perdían el valor en calidad promedio o en peso. Esto fue uno de los principales motivos que impulsó la construcción del frigorífico. En el año 98 se alquiló un frigorífico para probar la producción y en el 2002 se instaló la primera planta de 350 animales diarios. En el 2006, la capacidad llegó a 600 animales, en el 2012 ya alcanzó 1.200 animales, gracias a las mejoras realizadas, y en el 2018 se llegó a 252.000 vacas faenadas en todo el año. En el año 2019 se produjo un incendio en la fábrica, reduciendo la cantidad de animales faenados.

De los animales faenados en el frigorífico, el 70% provienen de fuentes de la cooperativa: 59% de los socios y 11% de estancias pertenecientes a la cooperativa. Los restantes 30% provienen de no socios. En cuanto al destino de la carne, 74% se exporta y 26% se vende en el mercado local.

De los 8000 productores que tiene la cooperativa, unos 2000 son productores de ganado. Los mismos trabajan de forma sustentable y responsable, cumpliendo los requisitos legales en campos habilitados. Además, la cooperativa invierte en mejoramiento de genética para mejorar el rendimiento de preñez y destete, llegando a un porcentaje de 75 a 80%, valor mayor al promedio nacional.

El disertante también comentó que la fábrica trabaja de forma sustentable en cuanto al uso de recursos disponibles. En este contexto, el frigorífico cuenta con una planta de tratamiento de agua. El agua es un factor fundamental en la producción, y los desechos son tratado y reutilizados. No existen desagües en ríos o arroyos ni en bajantes. La demanda de agua se cubre con la lluvia, recaudándola en captadores que abarcan un área de 193 ha y que alimentan 883.000 m3 de agua almacenada. Con este diseño, el frigorífico es capaz de faenar 1.200 animales por día por un año, con una precipitación de 550-600 mm anuales.

El disertante finalizó explicando el valor que tiene la industrialización y comercialización de la carne, visualizándolo con la imagen más abajo. Una carga de ganado, valorada en 700$ por unidad de ganado, tiene un valor de 27.000$ en el remate, 31.500$ vendiendo a una fábrica, y 150.000$ cuando es industrializada y comercializada por la propia fábrica.

El Sr. Emilio Rodríguez es Ingeniero Agrónomo egresado de la Universidad Nacional de Asunción, y cuenta con un diplomado en Producción Bovina del Instituto de Reproducción Animal en Córdoba. Actualmente se desempeña como Técnico Agropecuario en la consultora Gestión Ganadera. En su discurso, habló sobre la intensificación en la ganadería.

Al buscar la optimización de una agroganadera, es importante como punto de partida identificar lo que el campo produce actualmente y a lo que puede llegar en condiciones óptimas. Para ejemplificar el procedimiento, habló de las experiencias vividas a través de la consultora Gestión Ganadera, en la estancia La Susana, ubicada en Tte. Irala Fernández. Mencionó que el objetivo de la empresa es desarrollar una unidad agropecuaria eficiente, rentable y sustentable.

La estancia realiza invernada de desmamantes machos y hembras. Aplica la recría a pasto de Gatton Panic, usando un pastoreo rotativo, una suplementación y terminación estratégica, y como alternativa de negocio diversifica con la agricultura.

La alimentación del ganado bovino consta de agua y materia seca (MS). Las fuentes de alimento pueden ser granos, henos, harinas y subproductos, las cuales tienen un alto contenido de materia seca (85-95%) y pasturas, ensilajes y algunos subproductos, que tienen bajo contenido de materia seca (15-40%).

Es importante planificar la alimentación, dependiendo de los recursos disponibles. En el ejemplo de la estancia La Susana, el pasto disponible es Gatton Panic, cuya producción depende de la radiación solar, la temperatura, la fertilidad de suelo y las precipitaciones. Es fundamental reconocer que la producción de este recurso es estacional. Por lo tanto, hay que considerar las siguientes opciones para tener suficiente alimento en tiempos de escasez: almacenar y conservar forrajes, producir o comprar granos con elevados niveles de energía y proteína para suplementar, y/o comprar insumos comerciales (balanceados) para acompañar la fibra producida. Todos estos aspectos se toman en consideración al analizar la oferta y la demanda.

La lluvia juega un papel importante en la toma de decisiones. En la estancia La Susana, en los últimos 4 años, la precipitación promedio fue de 855 mm.  De las lluvias que caen en la zona, el 75% ocurre entre octubre y abril. En este tiempo también se produce la mayor cantidad de forraje.

Para iniciar la optimización del uso de los recursos, se hace una tipificación de los potreros. La misma se basa en un sistema de calificaciones, donde una calificación 7 indica una disponibilidad del 100% de la capacidad total de generación de pastos, y una calificación 2 tiene una disponibilidad del 20%. En el caso del Gatton Panic, una disponibilidad del 100% significan 7.500 kg MS/ha, y una disponibilidad del 20% se traducen en 1.500 kg MS/ha. Esto significa que, en un potrero bien manejado, pueden tenerse 1 UG/ha, donde UG significa Unidad Ganadera. Este valor se reduce a medida que la calificación del potrero disminuye. Una vez tipificados todos los potreros de la estancia, se puede, por un lado, decidir cuáles serán los trabajos de mantenimiento de los campos, y, por otro lado, definir la carga que puede aguantar el potrero en las condiciones en las que se encuentra.

Otro aspecto que puede optimizar el uso del recurso es la rotación de potreros. Por ejemplo, en un potrero de 120 hectáreas dividido en 4 potreros de 30 hectáreas, con una receptividad de 120 unidades ganaderas, y por lo tanto una carga total de 1 unidad ganadera por hectárea, al pastorear por 8 días en un potrero, y dejando descansar ese potrero por 24 días, se tiene una carga instantánea de 4 unidades ganaderas por hectárea. Con este procedimiento se logra que el ganado coma las hojas con mayor tenor de proteína, y evite ingerir las partes del pasto con mayor contenido de lignina.

El crecimiento del forraje a lo largo del año se distribuye tal que en el periodo estival hay una excedente de forraje, y en el invierno hay un faltante. Esto puede generar pérdida diaria de peso en el ganado. Esto puede evitarse haciendo conservación de forraje, es decir, haciendo ensilajes. Esta reserva forrajera debe ser planificada para suplir la demanda, considerando que cada tipo de forraje tiene sus valores de materia seca.

Como consideraciones finales, el disertante recalcó la importancia de fijar objetivos claros, estandarizar los procesos, planificar y evaluar los procesos, analizar los números obtenidos, y definir cuál es el camino más apto para poder intensificar. El disertante finalizó con una frase de Benjamin Franklin: Quien fracasa al planificar, planifica su fracaso.

Ronda de discusión con los disertantes
La jornada recibió a estudiantes de la casa de estudios y al público en general

Redactado por: José Duarte, Cassandra Giesbrecht

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